"Sobre el
agua hablo bastante en El asalto al Hades. Está claro que el agua es símbolo de
vida, es el medio líquido donde la vida fluye. Es un medio de interacción que hace posible que haya vida. Nuestro cuerpo tiene
la memoria de nuestro origen filogenético en el agua, porque la vida animal
anterior a los mamíferos fue acuática (y hay una rama de los mamíferos que
siguió en el agua). Incluso hay una hipótesis según la cual los homínidos
pasaron por el medio acuático; de hecho en algunas partes de América
(concretamente sé de un pueblo del litoral de Ecuador) viven un hombre y una
mujer con la piel recubierta de escamas, la boca, y los ojos parecidos a los de
un pez; van siempre muy vestidos pues no resisten los rayos de sol.Nuestro
origen ontogenético (individual) también tiene lugar en un medio acuático, en
el líquido amniótico. Por eso los bebés recién nacidos tienen el reflejo de
cerrar la epiglotis para no tragar agua, y lo conservan más o menos hasta los tres
meses después de nacer. Sabemos que los partos dentro del agua pueden ser más
fáciles porque el agua favorece la relajación. Aunque nuestro neocortex nos
bloquee y nos impida el estado de relajación necesario para parto, el cuerpo
sumergido en el agua ayuda a aflojar la presión del neocortex y a reactivar el
cerebro arcaico, la hipófisis, que regula el sistema hormonal. Esta relación
con el agua está en nuestro genoma humano, y en lo que se llama 'memoria
celular'.El agua también ha estado presente en las recreaciones de la vida y
los animales acuáticos han estado muy presentes en la simbología. La sexualidad
femenina es humedad, es agua. Los animales más representativos de la sexualidad
femenina son medio terráqueos medio acuáticos, y su piel es una húmeda
mucosidad, como nuestro útero, y nuestra vagina; la excitación sexual produce
humedad, la frigidez, sequedad. Por ejemplo el pez que se mueve de manera
sensual, la rana que palpita como nuestro útero, la serpiente que se mueve con
la voluptuosidad del cuerpo femenino. La serpiente además se mete debajo de la
tierra, y por eso también se escogió como símbolo de la feminidad, que en la
sociedad pre-patriarcal no estaba por las alturas de los cielos y de las
divinidades, sino que estaba pegada a la tierra. La serpiente es un símbolo muy
extendido de la sexualidad prohibida, y por eso luego la tienen que convertir
en diferentes monstruos repugnantes y repelentes, para que sintamos repugnancia
y asco de nuestros propios cuerpos y de los flujos que manan con el deseo; y
los héroes y los santos tienen que matar a la serpiente para salvar a las
mujeres, nuestros cuerpos (del dragón) y nuestras almas (del pecado). Los
pulpos también se utilizan como representación simbólica porque su cuerpo, la
cabeza y los tentáculos recuerdan la imagen del esqueleto erógeno de la mujer;
hay vasijas de la antigua Grecia con pulpos que son una imagen visual del
orgasmo femenino. Nuestros/as antepasados neolíticos, que no vivían en la
escisión cuerpo-mente, representaban las emociones en sus pinturas, por
ejemplo, dibujando sobre los cuerpos los meridianos del placer. Y utilizaban
animales y plantas (como el cáliz de las flores, o la manzana) cuya imagen
visual les conectaba con la emoción erótica. La sirena tiene un significado algo
mas profundo. Hemos dicho que el pez representaba el útero, y la sirena es un
ser mitad pez, mitad mujer. Una sirena no tiene vagina, no puede tener
relaciones coitales, y sin embargo, en la mitología representaba una
voluptuosidad tal, que los hombres no podían resistirla y quedaban fatalmente
atraídos por ellas (en la historia de Ulises, éste manda que le atan para no
dejarse atraer por ellas). Las sirenas representaban la sexualidad femenina,
pero no una sexualidad falocéntrica, sino uterina y autoerótica. En realidad representaban la sexualidad de la virgen, que no tiene
relaciones con el varón. Pero no la virgen como ahora la vemos: monja, casta y pura. La
virginidad en el neolítico pre- patriarcal no era sinónimo de castidad, puesto
que las mujeres, desde niñas y antes de tener relaciones sexuales con hombres
habían desarrollado su sistema erógeno, su sexualidad uterina.Si tratas de
nadar como una sirena, juntando las piernas y sin doblar las rodillas, verás
que sólo puedes darte impulso moviendo la pelvis, es como una danza del vientre
en el agua. Es una manera muy sensual y voluptuosa de nadar (como los
delfines). Las sirenas son el símbolo de la feminidad no falocéntrica por
excelencia. Ya que habían desarrollado su capacidad sexual sin la necesidad de
mantener relaciones coitales con hombres.El mundo simbólico es muy importante
porque actúa de manera inconsciente sobre el inconsciente. Es el mensaje
subliminal que tan bien conoce y utiliza la publicidad, cuando por ejemplo pone
a una mujer 'muy deseable' delante de un coche para que los hombres compren ese
coche.
Recuperar la sensibilidad del útero es posible.
Cuando una niña llega a la adolescencia tiene el útero tan rígido y contraído,
que hasta la mínima apertura del cervix para la menstruación le produce fuerte
dolor. Pero sabemos de jóvenes que tenían reglas muy dolorosas, que han dejado
de tenerlas después de adquirir conciencia de su útero, visualizándolo,
sintiéndolo y relajándolo. Tomar conciencia del útero, visualizarlo, sentirlo y
relajarlo puede lograr mejores y más satisfactorios resultados que las
saldevas.Para recuperar la sensibilidad uterina la primera cosa que hay que
hacer es explicar a nuestras hijas desde pequeñas que tienen un útero, para qué
sirve y cómo funciona. Explicarles que cuando se llenan de
emoción Las mujeres tenemos que contarnos muchas cosas. De
mujer a mujer, de mujer a niña, de madre a hija, de vientre a vientre."
Casilda Rodrigañez
Casilda Rodrigañez
Yo tambien creo que el agua tiene una simbologia muy cercana al mundo femenino, no solamente en las mujeres sino tambien en los hombres (aunque en nosotras se manifiesta tambien en el fisico). El agua nos inspira receptividad, dulzura...pero tambien misterio y tal vez inquietud por estar relacionada con el mundo sumergido del inconsciente. Cuando ofrezco talleres o retiros en la naturaleza me gusta muchisimo hacer trabajos en el agua justamente por este motivo. Con la danza del vientre muchas veces hacemos movimientos y ondulaciones que nos recuerdan los movimientos que hacemos por debajo del mar.
A parte el aspecto simbolico y ontogenetico quisiera recordar que nuestro cuerpo està compuesto por el 70% de agua y que el agua es muy sensible a las palabras y a los pensamientos (les invito a buscar Masaru Emoto). Por eso es muy importante gestionar nuestra mente buscando pensamientos (y entonces palabras) amorosos y luminosos. Si podemos mejorar la calidad de nuestras palabras interiores y exteriores mejoraremos el estado de nuestra salud fisica, mental y emocional. Les invito a probar cada mañana a eligir unas tres frases guia que les acompañen durante el dia (las pueden apuntar al despertar), deben ser frases clave que les transmiten fuerza, luz, poder amoroso. Deberan repetir esas palabras elegidas durante todo el dia, sobretodo cuando comienzan a circular pensamientos oscuros y negativos...vale la pena probar!
Sofia
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