El Planeta de las mujeres

Historia de la Danza del Vientre
Cien regiones se atribuyen la maternidad de esa mágica danza, aunque los movimientos básicos pueden pertenecer a todas las mujeres del mundo. Gracias al descubrimiento de cerámicas antiguas y de investigaciones de antropólogas como Marjía Gimbutas se descubrió que hubo una época en la que la sociedad reconocía en la energía femenina algo sagrado y divino (aproximadamente hace 6000 años). En este contexto histórico se cree que la danza del vientre acompañaba rituales religiosos relacionados al nacimiento y a los ciclos de la tierra y de la luna.
Todo eso comenzó a cambiar cuando desde una organización social en que la mujer tenía un papel importante y la divinidad era la “Grande Madre” se paso’ a una religión donde el Dios era un padre castigador y todo poderoso, parece que a causa de los romanos y de su expansión se fue desarrollando todo eso. Las mujeres ya no eran consideradas sagradas sino mas bien seductoras peligrosas. Así también la danza paso’ a ser un arma de manipulación y pecado. Con el pasar de los siglos la danza se fue expandiendo y enriqueciendo de nuevos elementos gracias a poblaciones nómadas de origen indiano pero el estereotipo de la mujer-bailarina-seductora (las odaliscas) siguió existiendo como podemos ver a través de obras artísticas europeas durante el XVIII siglo. A partir de esa época la danza comienza a ser utilizada como entretenimiento para la elite, en muchas ocasiones las bailarina tenían orígenes muy humildes, a veces se confundía la bailarina con la prostituta. En los primeros del ‘900 comienzan aparecer “bailarinas escandalosas “danzando en los cabarets occidentales y al mismo tiempo la danza clásica comienza a inspirarse a la danza oriental rompiendo los viejos cánones estéticos. En esa época inician a caer las viejas visiones sobre la mujer y la danza, grandes artistas femeninas aparecen en la escena revolucionando y evocando el antiguo poder femenino, atuendos y movimientos de danza oriental son inspiradores. Entre los años 20 y 30 “se desata en todo el mundo una fiebre por todo lo relacionado con el Oriente”, grandes artistas llenaron las escenas de famosos cabarets egipcios y de películas egipcias donde famosas bailarinas eran las protagonistas. A partir de los años 60 la danza oriental se expande en Europa y USA.
En esa época de grandes cambios sociales la danza del vientre vuelve a su carácter espiritual, conjuntamente a otras disciplinas como el yoga. Gracias a la nueva tecnología la danza del vientre llega hasta dentro de las casas, se crea una verdadera red de información, nacen muchas escuelas y festivales. Hoy en día es una de las danzas mas practicada, incluso se está abriendo el camino de la danza del vientre como terapia y autoconocimiento, volvemos a sentir su carácter místico y al mismo tiempo divertido, un verdadero homenaje a la mujer.


SANARSE CON LA DANZA DEL VIENTRE CONSCIENTE

La “danza del vientre”, la cuales orígenes sagradas son menos famosas de su actual utilizo como espectáculo sensual y provocador, es terapéutica cuando es trasmitida como meditación en movimiento, gracias a sus pasos asociados y simétricos junto a vibraciones, ondulaciones, a las técnicas de respiración, al enraizar los pies a la tierra, a la apertura de los brazos hacia las energías del cielo, a los juegos de improvisación y al compartir la energía del grupo que liberan la creatividad y pueden soltar bloqueos psico-fisicos.
La Danza del vientre es Consciente cuando ayuda a escuchar el cuerpo y las emociones, calmar la mente, y cuando nos ayuda a descubrir todas las potencialidades de nuestro cuerpo, que están escondidas y a veces olvidadas. Gracias a su característica, este tipo de practica nos puede ayudar a estimular nuestros “centros de energía” o chakras, cada uno de los siete mayores centros corresponde a un “plexo” del sistema neuro-vegetativo y a una glándula endocrina. Los plexos re-transmiten la energía nerviosa y tienen a cargo un grupo de órganos ubicados en las cavidades del cuerpo. Las glándulas endocrinas producen sustancias, las hormonas, que pasan a la sangre y actúan en cada organismo de manera específica, influyendo en la personalidad total, tanto a nivel físico y funcional como sobre el psiquismo. Entonces reconociendo y “despertando” cada uno de nuestros centros, a través de la Danza del vientre Consciente podemos reconocer la carga emocional y el significado simbólico que cada sector del cuerpo tiene en nosotras.
La danza del vientre tiene un origen muy antiguo. Los movimientos de la Danza del Vientre recuerdan a los de los astros, círculos alrededor de un eje central, movimientos que imitan la procreación y el parto, actos mágicos y sagrados. Por eso creemos que esa danza pertenece a las mujeres del mundo porque trabaja con todo el cuerpo de la mujer pero en especial con nuestras caderas, nuestros úteros, nuestras partes mas sagradas que permiten que la vida sigua su curso. Gracias a esa danza femenina volvemos a reconciliarnos con nuestro vientre honrando a la Mujer, como Diosa que se manifiesta aquí en la tierra.
Consideramos la Danza del Vientre Consciente una Danza Sagrada por todo lo dicho y también una terapia corporal, ya que siempre comenzamos con una meditación guiada que tiene el objetivo de relajar el cuerpo, las emociones y los pensamientos para abrirse al “aquí y ahora”, seguimos con un calentamiento que tiene el objetivo de preparar el cuerpo a la danza pero también ayuda a las mujeres a vincularse con su propio cuerpo, los movimientos son pausados, acompañados por la respiración, trabajamos con visualizaciones que ayudan a calmar los pensamientos y a entrar en comunicación con nuestro cuerpo y nuestras emociones. El trabajo técnico tiene el objetivo de desarrollar la coordinación, mejorar la musculatura de todo el cuerpo, refuerza el suelo pélvico y estimula profundamente la circulación. Previene los dolores menstruales, prepara la mujer al parto y es una buenísima ayuda en el posparto. Es una Danza que acompaña la mujer en cada uno de sus ciclos vitales, por eso pueden practicarla jóvenes, niñas, embarazadas, adultas y abuelas.
Durante nuestros encuentros dedicamos un espacio especial a las improvisaciones y a diferentes dinámicas de grupos que estimulan la creatividad de cada una y crean una atmósfera femenina alegre y divertida. Al final de nuestro “circulo” nos despedimos con una relajación guiada que tiene el objetivo de integrar todo lo vivido incluyendo nuestro mundo emocional y espiritual.
Aprendiendo a escucharnos y a querernos de manera profunda podemos prevenir varios tipos de enfermedades y sobretodo podemos aprender a
ser “auto-curadoras” de nosotras mismas, volviendo a “poseer” nuestro cuerpo de mujer que hoy en día está dominado por médicos, ginecólogos, televisión, moda etc…

¡Danzamos en círculo de mujeres para volver a gozar de nuestro cuerpo sagrado aprendiendo a querernos tal como somos y reconociendo nuestro grande valor!

…Que disfruten de esa Danza maravillosa…para darnos a la Luz a nosotras mismas como Mujeres Nuevas..Alegres y amorosas 